Muchas personas piensan que Anahata se lo puse por mi nombre, pero no es así, aunque es curioso. Anahata hace honor al cuarto chakra, un punto energético donde se da la máxima densidad de información sobre lo que podemos conceptualizar como “amor incondicional”, aunque ya sabemos que los conceptos se quedan cortos para explicar algunas cosas importantes.
Cuando uno eleva la energía y entra en Anahata, el chakra situado a la altura de tu pecho, se desprende una forma de vivir más segura, con menos reveses emocionales, así también habla de la madurez del propio sendero de vida, las comprensiones, lo integrado, y en mi caso, me doy cuenta que también habla del PROPIO AMOR, y de conocer lo que nos da paz. Para cada persona es diferente, y lo bonito de descubrirlo forma parte del proceso de cada uno.
Existe otro tipo de amor, es el de los “cascabeles” como me gusta llamarle, el segundo chakra Svadhishthana, a la altura de la pelvis. Ahí las las emociones son excitantes y sentimos que nos arrastra la pasión, el apego, necesitamos de sensaciones variadas, nos enfadamos y luego volvemos a la calma. Anahata no siente deseo, es un amor más maduro, no necesita de cascabeles, porque es silencioso y seguro.
El yoga ha sido la técnica que me ha llevado a escuchar mejor mi cuerpo, mi energía, y mi corazón, y a traducir lo que quería decirme, me lanzó directamente a afinarme. Hay algo práctico que dijo Frida Kahlo que me sirve, “A veces tienes que olvidar lo que sientes y recordar lo que mereces”, y aunque la pasión es necesaria, está bien atender a la experiencia de tu cuerpo, y escuchar que te está queriendo decir, más allá de tus deseos. En el cuerpo hay mucha información que nuestro ego se niega a digerir. Merecemos todo lo bueno, y cuando te das cuenta de que eres el artista de tu propia vida, y que conocerte a ti mismo es lo único que has venido a hacer, entonces, todo se transforma para muy bien.
Posiblemente te habrás cruzado con muchas personas a lo largo de la vida, y si es así me alegraré mucho, porque todas ellas te habrán hecho ver información sobre ti, aunque posiblemente te hayas quedado anclado en pensar que los protagonistas eran ellos. No es importante quienes sean, lo importante es lo que te han regalado, verte a ti misma, tus carencias, tus patrones, tus aprendizajes. Creo que el mayor descubrimiento de este camino hacía el yoga y hacía otras herramientas terapéuticas que me han acompañado a guiarme mejor, ha sido hacerme la pregunta: ¿Por qué me pasa lo que me pasa?
YOGA
Del yoga me lo quedo todo. Para mí ha sido darme cuenta de que no hay estilos y sí posibilidades. No quedarme en la forma me ha dado mucho para curiosear, bucear a mi manera. He comprendido que todo cambia y evoluciona, y que el yoga siempre se adapta a mi y no al revés. Es una sabiduría cotidiana que nos ayuda a contemplar desde la sencillez lo que nuestra mente compleja nos propone cada día. Todos andamos este camino y estamos en diferentes momentos de la senda, eso me parece precioso, porque habla del aprendizaje, de nuestros filtros, y de la destilación que hacemos si seguimos practicando a lo largo del tiempo, si es que nos interesa ir más ligeros de equipaje y descubrimos que esto nos va bien.
NUMEROLOGÍA YÓGUICA
La numerología yóguica o evolutiva aparece en mi vida como una herramienta complementaria y terapéutica. Es como un mapa de ruta, sirve para saber donde estás y hacía donde ir para encontrar tu paz, y la paz con todo lo que te rodea: trabajo, amigos, parejas, hijos…
MEDITACIÓN
Meditar es como lavarte los dientes. El Yoga prepara el cuerpo y la mente para que puedas tener una experiencia de meditación espontánea. En este mundo convulso, si nos sentamos directamente a meditar, sería más complicado. Necesitamos del vehículo del cuerpo para que se nos despierte estadios de silencios, así aquietamos la mente y observamos cómo nuestro cuerpo también descansa. Una de las mejores experiencias de mi vida ha sido, sin duda, el estado meditativo, y llevar esto a la práctica en mi vida diaria.
CANTAR MANTRAS
Cantar mantras ha sido uno de los grandes descubrimientos de practicar “Kundalini Yoga”. Al principio, los prejuicios aparecen creando una barrera, pero me doy cuenta de que su apoyo es necesario para deshacernos de patrones del insconsciente, o toda esa información interna que en vez de empoderarnos nos hace pequeñitos. Con los mantras todo ese torrente de heridas y pensamientos insanos se diluyen, dejando espacio a lo nuevo y auténtico.
HECHO EN FALTA EN LA EDUCACIÓN REGLADA…
- Una asignatura para conocerse a uno mismo, algo práctico que les sirva.
- Una asignatura para conocer a tus compañeros y relacionarte con ellos desde lo auténtico, sin fachadas, estereotipos o modas.
- Una asignatura para las finanzas personales y que trabaje sobre las creencias y los problemas asociados a las decisiones que tenemos con el dinero.
- Una asignatura sobre una forma de comer más respetuosa, cómo comemos y qué nos sienta bien.
- Una asignatura para la convivencia entre profesores y alumnos, y profesores y profesores.
- Una asignatura sobre la sexualidad y la forma en que la vivimos.
Esto por ahora, tal vez en el futuro tengamos que revisar que necesitan los niños y jóvenes de nuestras nuevas sociedades.
La educación ha de evolucionar hacia la sabiduría. Abramos una nueva ventana… ¿qué tal si vamos hacia la ataraxía? (tranquilidad absoluta del alma).