Una experiencia enriquecedora y grata tanto para el alumnado como para el profesorado. Para los primeros supuso un acercamiento a una disciplina cada vez más necesaria en estos tiempos actuales de prisas y falta de reflexión, de análisis y de introspección. Los alumnos y alumnas pudieron aproximarse de manera cómoda y cercana, ya que estaban en su ambiente con otra manera de hacer actividad física, conectando cuerpo y su yo interior, cada uno a su ritmo y a sus necesidades.
Con respecto al profesorado, éste pudo observar de manera sorprendente cómo el alumnado supo reaccionar de manera positiva a una actividad muy diferente a las que se plantean en Educación Física, rompiendo estereotipos y enseñándonos que el yoga es accesible a cualquier edad. Todo ello gracias a la habilidad y capacidad de transmisión de Ana y Yoshimar, que ofrecieron toda la emoción e ilusión para llegar a los jóvenes. Gracias.